Adherirse a otro u otros humanos con un mismo propósito que permitirá el desarrollo como individuos y como grupo en causas económicas y sociales en pro de una sociedad en constante crecimiento.

Una de las palabras más utilizadas recientemente, resulta ser una gran desconocida para la humanidad. La asociamos con ayudar, con hacer caridad, con trabajo en equipo, con respaldo al necesitado – y no está mal orientada la idea – pero hace falta ponerle un piso para empezar.

Debemos partir del hecho que la solidaridad es un valor – “uno de los valores humanos por excelencia” (Unidad Administrativa Especial del Sector Solidario, 2017). Por definición nos habla de una cualidad – o de un conjunto de cualidades por las que se podría apreciar a alguien o algo. Y hablar de cualidades es hablar de aspectos positivos, hablar de apreciar es poner en alta estima, algo apreciado es algo que no se desperdicia, ni se le da a cualquiera. Esto nos habla de lo positivo que es el concepto, pero aún no lo define por completo.

Es muy difícil que de manera obligatoria alguien haga algo completamente bien, o por lo menos habría que quitar de por medio de la expresión “de buena voluntad”, porque obligado significa todo lo contrario. Y ahí – después del aspecto de ser un valor, parte la definición de solidaridad: es un acto voluntario. Y ese acto voluntario es hacer parte de alguna causa – entendiendo que tal causa es positiva, es un acto de ayuda o participación comunitaria desde y hacia la humanidad. Tenemos que ser claros en que de ningún modo se trata de unirse a una causa de justicia – porque ésta se basa en la equidad y la legalidad, y existen muchas causas de activismo en torno a estos dos conceptos, pero no necesariamente son actividades solidarias.

Tampoco se trata de causas de caridad en las que se promueve la ayuda al más necesitado – que es el concepto con el que más se confunde de manera común en los medios de comunicación la solidaridad como actividad.

De hecho es un concepto aún más sencillo: se trata de un vínculo, un enlace, una unión sólida- de ahí la palabra solidaridad que proviene del latín solidus cuyo significado es soldado, unido firmemente. Este es, el principio o valor de valores en la humanidad – estar unido de marea sólida a otro u otros para crecer, mejorar o fortalecerse.

Para terminar esta exposición, debemos considerar que la solidaridad puede fluir en dos sentidos:

  • Mutual (de nosotros, para nosotros): cuando nos unimos para crear beneficio mutuo, para superar una necesidad común, mejorar nuestras condiciones de vida o generar ingresos colectivos.
  • Altruista (de nosotros, para otros): cuando trabajamos como equipo para ayudar a otros a superar sus necesidades, o cuando nos unimos como grupo a la causa de otros grupos.
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